El primer computador que llegó a Chile fue un IBM 1401 en 1961. Este equipo fue arrendado por el Servicio de Aduanas de Valparaíso y tenía una memoria de cuatro kilobytes, lo que le permitía procesar documentos de hasta cuatro mil caracteres. Aunque las operaciones más complejas podían tardar hasta 12 horas, este computador revolucionó la manera en que se manejaban los registros de exportaciones e importaciones en esa época.
El computador tenía un procesador principal, una impresora y un lector de tarjetas, y contaba con cuatro kilobytes de memoria, es decir, tenía una capacidad para procesar 4.000 caracteres. Como referencia, un documento vacío de Word pesa 20 kilobytes. Hoy, un computador casero, en promedio, puede procesar cuatro mil millones de caracteres.
Sus primeros programadores salieron de la misma Aduana. Un concurso interno, donde postularon 60 personas, convirtió a René Cabezas y Leopoldo Valdivia en los primeros programadores de computación en Chile. Primero hicieron un curso teórico para programar la IBM 1401 y luego debieron ir hasta las oficinas de la compañía en Argentina para aprender en la práctica: "Se demoraron tres semanas en poder programarlo". Es que, en ese entonces, los computadores no tenían un sistema operativo y las personas debían programar, literalmente, la máquina. De hecho, programar era considerado un trabajo bastante difícil y un "arte", por lo que la jornada laboral de los programadores no duraba más de seis horas.
Las unidades que conformaban los periféricos de los antiguos 1401 eran Cintas e Impresoras. No había, todavía, Discos Magnéticos ni Pantallas.
En los Computadores 1401 no se usaba un Sistema Operativo como hoy, que son residentes y manejan todo en forma automática.
Un Programa, perforado en tarjetas, se encargaba de controlar todas las unidades que componían el Sistema 1401. Eran aproximadamente 2.000 tarjetas que se iban leyendo a medida que se completaba el trabajo.
En 1963, en base a los buenos resultados, Aduanas decidió duplicar la capacidad del computador y capacitar a más trabajadores. Para ese entonces, el país ya contaba con más de uno, pues empresas como Ferrocarriles, Impuestos Internos y la Tesorería trajeron el suyo.